EDUARD MILLÁN PRADAS
EDUARD MILLÁN PRADAS
Un joven da sus primeros pasos en la adultez, arrastrado por la inercia del entorno, y enseguida queda atrapado por una nueva clase de rutina que sustituye a la anterior. Como un tronco a la deriva, los desechos se acumulan a su alrededor hasta sepultarlo. Pese a ello, y a su ojo crítico, de algún modo se siente satisfecho al cumplir con las convenciones sociales. Sin embargo, con el paso de los años, esa sensación se vuelve en su contra y, asfixiado por una vida que se le antoja absurda, decide cambiar el sentido de su existencia.
Luces, miradas e identidades anónimas dan forma a un retrato social de tonos apagados y márgenes sombríos, caricaturesco en su conjunto. El castillo de los pobres es, ante todo, una historia cotidiana, en la que el potencial transformador del ser humano no precisa de sucesos extraordinarios.